28 mayo 2006
He salido prontito de la cama, porque sé que hoy vienes a compartir el día conmigo.
Estoy nerviosa, sí... Las mariposas que volaban ayer en el cielo, se han venido a vivir a mi estómago, para no perderse detalle de lo que suceda. Son unas cotillas.
Además, Paola y sus canciones me han hecho sonreir otra vez... Y también me siento orgullosa de formar parte del CSF fundado por la increíble Hester Prynne. Son una ñoña más, ¿y qué? Hoy voy a ejercer de miembro activista hasta el último minuto.
Ufff, mi estómago... Me voy, que ya vienes. Ya vienes...
27 mayo 2006
aprendiendo a ser valiente
Las mañanas de los sábados a veces se despiertan llenas de mariposas.
Hoy le ha tocado a Clea acompañarme en la aventura, y creo que, pese al calor que hemos pasado, le ha gustado la experiencia... Al menos, nunca había visto tantas mariposas juntas.
Últimamente me arropo mucho en las palabras de Clea. Ella, siempre tan terrestre, tira ahora de los lastres de mi globo, para que no vaya siempre por el camino de las nubes negras... Y eso se lo agradezco, porque aquí la Piedra Movediza, tiende al drama en ocasiones...
Estoy siendo valiente, estoy siendo valiente... o eso me digo, cuando aún todo está en el aire. Aún no sé si Atalanta se tendrá que ir de Madrid por trabajo... pero tendré que ser valiente, ¿no? Todo irá bien... todo irá bien...
Este dibujo me lo ha regalado Ana Vasques, una bióloga postuguesa que es un sol de persona. Lo pongo aquí porque me ha hecho mucha ilusión que me lo mandara. ¡Gracias Ana!
Y poco más hoy... Que trabajar con mariposas es cansado, pero me encanta... ¿alguien se anima para mi muestreo de la próxima quincena? Os aseguro que es un espectáculo; casi un vicio.
23 mayo 2006
pequeño gran miedo
Voy a ir aprendiendo el idioma de las belugas, por si así me traduzco mejor. Por si esto de sentirse tan egoísta y sincera, se empieza a borrar poco a poco, con un ultrasonido aquí y un asomo de sensatez allá.
Sí, tengo miedo. El pequeño gran miedo a la despedida, y a la tragedia griega que puedo montar por ello. Me repito todo el rato: Ooohhhmmm... Pero sólo funciona un segundo, una milésima de segundo, porque el miedo vuelve a asomar la cabeza, desafiándome y jugando a ver quién de los dos es más valiente.
Y es que, sólo quiero que cada día que te vea se convierta en una fiesta... Quiero fiesta todos los días. Así, como ahora, que tengo unas ganas enormes de saborearte, y al mismo tiempo, de llorar.
20 mayo 2006
mi cabo
Hay un paisaje que se repite constantemente en mi memoria.
Un mar soberbio y azul; una pradera submarina que se bate, rítmica y desnuda, al paso de mis zambullidas.
Un cabo hecho desierto... aquel cuyos fondos se esculpen de peces y de colores imposibles...
El rincón secreto, el mágico, el que no se puede contar... El lugar donde la calma llegó, por fin. Donde me sentí con branquias para respirar; donde los besos de tu piel escurridiza, me mantenían oxigenada y sonriente... Donde aquellos silencios que vagaban por mi espalda, tan sólo eran una excusa.
La misma imagen, la misma añoranza. Noche tras noche, y despertar tras despertar. La única que siempre me libera del miedo; la única hacia la que vuelo con el viento a mi favor.
Lo mejor de todo, es que en ese paisaje de mi memoria, siempre apareces tú.
la imagen de mi retina
19 mayo 2006
pequeña encuesta...
Mmm... me he levantado con curiosidad ajena.
Si estáis leyendo esto, ¿podéis decirme los títulos de los 3 libros que más han cambiado vuestra vida?
Y para los que le guste (como a mí) Sofía Coppola:
Marie Antoinette a golpe de New Order... Como siempre, Sofía es una pasada.
18 mayo 2006
la piedra movediza
Puse ese título a este blog, por un refrán que mi madre y mi abuela me vienen repitiendo desde niña, para concienciarme de mi culo de mal asiento... "Hija, piedra movediza nunca cría moho... Deberías centrarte en algo concreto, asentar la cabeza, no empezar cosas que luego dejas a medias para comenzar otras..." Así me ven, y la verdad es que, en cierto modo, así me veo. De ahí el nombre del blog.
Se me ocurrió meter en Google lo de la piedra, intentando encontrar los orígenes de este pedacito del refranero popular, y por sorpresa me topé con una historia tan curiosa como esta.
El descubrimiento se lo dedico a Alyena, y también a Chein, por su próximo viaje a Argentina.
17 mayo 2006
infiernos que no existen
Hoy me he descubierto un poco más. Estoy de mil maneras... unos minutos nítida, y otros desdibujada. Susurro "síes" al teléfono, que son tan minúsculos y nocivos como piojos, cuando en realidad quiero decir, gritar, "noes" tan enormes como ballenas.
Me desvanezco, me bailo, y pienso en esos cristales omnipresentes de acuario gigante, mientras al fondo de la habitación suena un tema triste de Anthony and the Johnsons... Hoy es ese el hilo musical de todas y cada una de mis habitaciones.
Me apetece sumergirme. Me apetece que no te conviertas en un fantasma, mientras recorren mi cuerpo todos esos infiernos que no existen.
14 mayo 2006
yo también quiero alas
"... y el mayor placer de la atemporalidad, en un paisaje elegido al azar, es el que encuentro cuando me veo rodeado de mariposas poco frecuentes, y de las plantas de las que se alimentan. Eso es el éxtasis... Es como un vacío momentáneo en el que se precipita todo lo que amo."
(V. Nabokov)
(V. Nabokov)
Mis sueños de entomóloga engordan según pasan los meses. ¿Qué ocurrirá al final del camino?
Ayer me llevé a Atalanta a "cazar" mariposas... Su cara de niña sorprendida, observando tantos colores y tanto bullicio dentro de la jaula, me hicieron sentir aún más feliz. Ella dice que soy como una de esas pequeñas azules, un ícaro o una Glaucopsyche, con la mala leche suficiente, como para expulsar de mi terreno a quien se adentre en él. Es curioso que me vea así.
Inventando cuentos chinos, le dije que aquella jaula era una casa de citas, construída especialmente para mariposas. Atalanta dijo que, en tal caso, yo sería entonces la "madame" del aquel jolgorio sexual. Eso me hizo gracia, y fue divertido sentirme por un rato la alcahueta de todos aquellos insectos, tan felizmente promiscuos. Aseguro que, observar la cópula de dos mariposas, es algo embelesador...
Al final del día, Atalanta y yo teníamos los pies rotos y la piel tostada. Deseé con todas mis ganas, tener alas azules para volar hasta casa.
mariposa sobre la mano de Atalanta
12 mayo 2006
habitaciones despiertas
"El corazón tiene más cuartos que un hotel de putas"
(Gabriel García Márquez)
Tengo el tiempo de una resaca, para contarme una vez más ese cuento que no existe. Para llenarme de nada, de todo, de ese paracetamol absurdo que nunca funciona contra mis dolencias lánguidas.
Me tumbo, me enderezo, me vuelvo a tumbar. Me rasco la piel para que algo aflore, mientras el hotel da vueltas y más vueltas... Puede que sólo esté buscando un hobby para esta noche tan llena de cuartos encendidos, ajetreados, lúcidos.
Todos los huéspedes se han puesto de acuerdo, y me siento incapaz de cubrir con eficiencia el servicio de habitaciones.
La noche está tan movida, que me resulta imposible concentrarme y estudiar en recepción...
(Gabriel García Márquez)
Tengo el tiempo de una resaca, para contarme una vez más ese cuento que no existe. Para llenarme de nada, de todo, de ese paracetamol absurdo que nunca funciona contra mis dolencias lánguidas.
Me tumbo, me enderezo, me vuelvo a tumbar. Me rasco la piel para que algo aflore, mientras el hotel da vueltas y más vueltas... Puede que sólo esté buscando un hobby para esta noche tan llena de cuartos encendidos, ajetreados, lúcidos.
Todos los huéspedes se han puesto de acuerdo, y me siento incapaz de cubrir con eficiencia el servicio de habitaciones.
La noche está tan movida, que me resulta imposible concentrarme y estudiar en recepción...
11 mayo 2006
mi nave viaja cada noche a la galaxia Atalanta
"This is love, this is love... that I'm feeling"
(PJ Harvey)
Una vez leí o escuché: "el amor es la putada más preciosa que puede pasarte"...
Atalanta y yo llevamos dos años juntas... madre mía, dos años ya! Parece que fue ayer cuando empecé a sentirme invadida por los temblores de piernas, cada vez que su sonrisa se asomaba en cualquier rincón de la facultad...
Y aquí estoy, 24 meses después, sintiendo en este mismo instante, que si ella estuviera en este espacio, me sobraría el mundo entero...
Qué distintas y lejanas son nuestras galaxias a veces, pero qué poco tiempo tardamos en buscarnos cuando el corazón, o las manos, o las bocas, o las ganas, nos obligan.
(PJ Harvey)
Una vez leí o escuché: "el amor es la putada más preciosa que puede pasarte"...
Atalanta y yo llevamos dos años juntas... madre mía, dos años ya! Parece que fue ayer cuando empecé a sentirme invadida por los temblores de piernas, cada vez que su sonrisa se asomaba en cualquier rincón de la facultad...
Y aquí estoy, 24 meses después, sintiendo en este mismo instante, que si ella estuviera en este espacio, me sobraría el mundo entero...
Qué distintas y lejanas son nuestras galaxias a veces, pero qué poco tiempo tardamos en buscarnos cuando el corazón, o las manos, o las bocas, o las ganas, nos obligan.
10 mayo 2006
recuperando la Especia Melange (I)
Cuando tenía 13 años, descubrí por "casualidad" la emisora radio3. Desde aquel gran acontecimiento adolescente, me he mantenido fiel al 93.2 (de Madrid), pues no he encontrado frecuencia hertziana más estimulante que esa.
Hace unos años, emitieron un programa llamado Especia Melange, que puede que a alguno os suene... Era una vez a la semana, durante una hora. Combinaba una temática con música y relatos... A veces fragmentos de libros, a veces cosecha propia de los creadores de la Especia...
Yo esperaba a que el reloj me avisase de su comienzo... Me tumbaba en la cama, bajaba las luces de mi cuarto, y simplemente me concentraba en escuchar... Era un viaje maravilloso.
Empecé a grabar los programas en cintas, los reescuchaba y copiaba los contenidos más interesantes en un cuaderno al que hoy en día tengo muchísimo cariño.
Quiero aprovechar este bitácora, para recuperar y transcribir algún fragmento de aquel cuaderno tan genial... Hoy empezamos por:
Empezar
"Empezar... otra vez las dudas, y el vértigo en el estómago. Otra vez las ganas de salir corriendo, y buscar algo parecido a lo que tuvo que ser la placenta. Otra vez el miedo... Empezar de nuevo... empezar. Desconocerte y no saber. Aprenderlo todo porque todo es diferente. Volver a tener cinco años, o diecisiete, o sesenta... Volver a un principio, al cero. Perder la comodidad de lo que ya es seguro, de lo que ya es tuyo. Ahora, en el principio, nada te pertenece... y hay que definirlo.
¿Hasta dónde te vas a dejar invadir? ¿Hasta dónde quieres invadir tú? ¿Cuánto perteneces y qué te pertenece a ti? Empezar... ser torpe y estar ciego... moverse a tientas, descubrir... Empezar... Asustado, frágil, y tal vez indefenso. Sin movimientos... desestructurado, desarmado, desubicado, descubierto, vivo... terriblemente vivo.
Empezar..."
Hace unos años, emitieron un programa llamado Especia Melange, que puede que a alguno os suene... Era una vez a la semana, durante una hora. Combinaba una temática con música y relatos... A veces fragmentos de libros, a veces cosecha propia de los creadores de la Especia...
Yo esperaba a que el reloj me avisase de su comienzo... Me tumbaba en la cama, bajaba las luces de mi cuarto, y simplemente me concentraba en escuchar... Era un viaje maravilloso.
Empecé a grabar los programas en cintas, los reescuchaba y copiaba los contenidos más interesantes en un cuaderno al que hoy en día tengo muchísimo cariño.
Quiero aprovechar este bitácora, para recuperar y transcribir algún fragmento de aquel cuaderno tan genial... Hoy empezamos por:
Empezar
"Empezar... otra vez las dudas, y el vértigo en el estómago. Otra vez las ganas de salir corriendo, y buscar algo parecido a lo que tuvo que ser la placenta. Otra vez el miedo... Empezar de nuevo... empezar. Desconocerte y no saber. Aprenderlo todo porque todo es diferente. Volver a tener cinco años, o diecisiete, o sesenta... Volver a un principio, al cero. Perder la comodidad de lo que ya es seguro, de lo que ya es tuyo. Ahora, en el principio, nada te pertenece... y hay que definirlo.
¿Hasta dónde te vas a dejar invadir? ¿Hasta dónde quieres invadir tú? ¿Cuánto perteneces y qué te pertenece a ti? Empezar... ser torpe y estar ciego... moverse a tientas, descubrir... Empezar... Asustado, frágil, y tal vez indefenso. Sin movimientos... desestructurado, desarmado, desubicado, descubierto, vivo... terriblemente vivo.
Empezar..."
09 mayo 2006
escapando de los espacios planos
Una de las protagonistas de mi fotografía quiere recortarse a sí misma, para poder así salir huyendo de la escena. Tras los hoyuelos que su sonrisa destapa, hay cierta intriga, cierta asfixia. Ser una figura plana para toda la eternidad no es fácil, y menos en un espacio tan enredado, puesto que el corazón se limita a permanecer como una filmina estática, sometida al análisis quirúrgico del observador... ¿¡Dónde demonios hay unas tijeras para que pueda recortarse!?
08 mayo 2006
cortar y pegar
Hace tiempo escribí lo que va a continuación. Cortar y pegar un trocito del pasado nunca viene mal...
Dedicado a Clea:
"No sé si te acuerdas, querida amiga, de aquella tarde cuando cruzamos corriendo el puente de Carlos IV, en Praga… Llagábamos tarde a un concierto de piano y violín, y un té de sobremesa nos había entretenido. El resto ya estaba esperándonos en la puerta del salón donde la música aguardaba, y sólo faltábamos tú y yo.Hacía frío; un frío horrible y sin embargo reconfortante. Cruzamos el Moldava, como digo, casi volando… Corriendo de la mano, mientras las palomas y las gaviotas huían al cielo, asustadas de nuestro paso acelerado… Por aquel entonces, tú y yo aún éramos unas desconocidas…Recuerdo ese momento como si hubiese ocurrido ayer mismo; ese, y todos los demás… las horas caminando por las calles todos juntos; las fiestas en la habitación, saltando sobre las camas y bebiendo cerveza hasta el amanecer; la nieve bajo los cielos preciosos de Praga… y sobre todo, aquella mañana de la manzana roja. Creo que fue mi primer y auténtico encuentro contigo, y la verdad es que creo que nunca lo olvidaré…Todo eso ocurrió hace ya dos años, pero mi memoria sigue recorriendo aquellos días, para llenarme de ese algo tan especial que allí sentí. Qué bien haber viajado hasta la ciudad de Kafka, para encontrarte."
Dedicado a Clea:
"No sé si te acuerdas, querida amiga, de aquella tarde cuando cruzamos corriendo el puente de Carlos IV, en Praga… Llagábamos tarde a un concierto de piano y violín, y un té de sobremesa nos había entretenido. El resto ya estaba esperándonos en la puerta del salón donde la música aguardaba, y sólo faltábamos tú y yo.Hacía frío; un frío horrible y sin embargo reconfortante. Cruzamos el Moldava, como digo, casi volando… Corriendo de la mano, mientras las palomas y las gaviotas huían al cielo, asustadas de nuestro paso acelerado… Por aquel entonces, tú y yo aún éramos unas desconocidas…Recuerdo ese momento como si hubiese ocurrido ayer mismo; ese, y todos los demás… las horas caminando por las calles todos juntos; las fiestas en la habitación, saltando sobre las camas y bebiendo cerveza hasta el amanecer; la nieve bajo los cielos preciosos de Praga… y sobre todo, aquella mañana de la manzana roja. Creo que fue mi primer y auténtico encuentro contigo, y la verdad es que creo que nunca lo olvidaré…Todo eso ocurrió hace ya dos años, pero mi memoria sigue recorriendo aquellos días, para llenarme de ese algo tan especial que allí sentí. Qué bien haber viajado hasta la ciudad de Kafka, para encontrarte."
pensando en ayer
Ayer me encontré de nuevo con la Sra. Green, tras varios meses de "no querer saber nada"...
Una pinta de Guinness y una mentira, me animaron a recordar mis enormes defectos. Pudo ser también el sabor a café que, extrañamente, no me gusta nada.
La Sra. Green no tiene nada de señora, pero a mí me gusta llamarla así, secretamente; como si fuera un personaje más de mi novela. Una vez creí haberme enamorado de ella. Puso patas arriba una de las habitaciones de mi hotel, hace cosa de tres años. Por ahí queda algún jarrón mal pegado, que me lo recuerda cuando hago inventario.
Sra. Green... la magnética.
Sra. Green... el hielo de ojos verdes hasta que se demuestre lo contrario.
Una pinta de Guinness y una mentira, me animaron a recordar mis enormes defectos. Pudo ser también el sabor a café que, extrañamente, no me gusta nada.
La Sra. Green no tiene nada de señora, pero a mí me gusta llamarla así, secretamente; como si fuera un personaje más de mi novela. Una vez creí haberme enamorado de ella. Puso patas arriba una de las habitaciones de mi hotel, hace cosa de tres años. Por ahí queda algún jarrón mal pegado, que me lo recuerda cuando hago inventario.
Sra. Green... la magnética.
Sra. Green... el hielo de ojos verdes hasta que se demuestre lo contrario.